La Propiedad Industrial, no es más que, la invención de toda idea, creación del intelecto humano capaz de ser aplicada en la industria, es la que adquiere por sí mismo el inventor o descubridor con la materialización o descubrimiento de cualquier producto relacionado con la manufactura; y el productor, fabricante o comerciante con la creación de signos especiales con los que distinga de los demás de la misma categoría.

El concepto de Propiedad Industrial abarca un ámbito muy amplio de resguardo de los derechos, es aquí donde se encuentran las Marcas, las Patentes, los Secretos Comerciales, entre otras figuras de protección

En este sentido, convendría dividir a la Propiedad Industrial en dos grandes esferas, una que conocemos como marcas, la cual consiste en la protección de signos o medios distintivos, es decir, cualquier medio o signo que sirvan para distinguir productos o servicios frente al público. Los signos son aquellos símbolos bidimensionales los cuales pueden denominativos, como “Nike” o “Adidas” o figurativo, como el logo de una compañía; mientras que los medios tendrán que ser representados de manera tridimensional y son utilizados como envoltorios.

El objetivo del registro de una Marca, en primer lugar, identificar al propietario del producto, es decir, que el público sepa quién fabrico el producto, en segundo lugar, destacar la calidad del producto, en tercer lugar, busca cumplir un rol publicitario, en otras palabras, toda marca tiene fines publicitarios, que el público consumidor identifique la marca con el bien o la prestación de servicio, cualquiera que sea la publicidad realizada.

La Finalidad por otra parte, responde a la protección de esos signos distintivos para estimular y garantizar una competencia leal y proteger a los consumidores, haciendo que puedan elegir con conocimiento de causa entre diversos productos o servicios.

La otra esfera de protección de la Propiedad Industrial, son las patentes son el derecho que confiere el Estado al inventor para la explotación exclusiva de un invento, en el territorio donde se solicitó protección por un período de tiempo determinado, es decir, una patente es un título de propiedad de una obra del ingenio, la protección legal dada por un título de patente confiere al inventor el derecho exclusivo de explotar patrimonialmente la obra del ingenio dentro del territorio del país que otorga el derecho.

Puede ser objeto de patentes, todo producto nuevo, útil y definido, nuevas máquinas, herramientas o aparatos de uso industrial o de aplicación medicinal, científica o técnica, así como también cualquier otra invención o descubrimiento apto para tener aplicación industrial.

En cuanto a la finalidad de las Patentes, esta es garantizar, la exclusividad en la explotación patrimonial sobre la obra del ingenio, es decir, excluir a terceros de la producción, venta y utilización de la misma, dándole al propietario la certeza y la seguridad jurídica necesaria para realizar este tipo de inversiones y la realización de estas invenciones, que contribuyen al desarrollo y crecimiento del país, en los aspectos más importantes como el económico, social, cultural, tecnológico e industrial.